Un día entendí que la vulnerabilidad se puede experimentar desde dos miradas diferentes, desde dos observadores diferentes. La primera, se apega al dolor de la discapacidad, de la pérdida, de la ausencia, de lo inexplicable e inentendible, en enfocarse riesgosamente a un aspecto negativo de la vida que te puede dejar indefenso y sumido en víctima perpetua, que te retará en tu caminar por la vida. Con el tiempo descubrí que existe otra mirada, dignificante, en la que se reconoce la vulnerabilidad como algo natural y que, al afrontarla desde la aceptación, te brinda la oportunidad de enaltecer el amor en su mejor expresión, en ti mismo y en los que te rodean. Cuando decides iniciar un proceso de transformación personal reconoces que los seres humanos no son por sí mismos “vulnerables”, “débiles” o “indefensos”; que si por una condición particular requiere enfrentar sin herramientas emocionales un entorno desconocido, al que vislumbra injusto, se restringe y auto impide el desarrollo de uno o varios aspectos de su vida. Por experiencia propia, nacer y crecer en la vulnerabilidad tiene importantes implicaciones para la niñez. Estar expuesto a múltiples sufrimientos, adversidades y discriminaciones limitan sistemáticamente las posibilidades de miles de personas en su desarrollo pleno e integral para alcanzar el máximo de sus potencialidades. La pobreza y vulnerabilidad son una grave transgresión a los derechos humanos Así, desde mi nacimiento me acompañó la vulnerabilidad sin ser consciente de ello, situación que no me exentaba de las consecuencias de una terrible enfermedad que llenó mi vida de pérdidas y ausencias; pero es hasta el nacimiento de mi hijo cuando empezó mi proceso de aceptación de la discapacidad y su vínculo con el ser y sentirte vulnerable. Factores sociales sentencian la discapacidad intelectual, es el segmento de la población que tiene más problemas de sociabilización. Por su propia naturaleza, suelen sufrir cierto aislamiento social, que los lleva a querer satisfacer a las personas para ganar su atención y cariño, lo que los hace vulnerables a todo tipo de abusos psicológicos y físicos. En pleno siglo XXI, es increíble que la ignorancia de una sociedad hedonista y enfocada al tener no haya desarrollado una consciencia social del valor de estos increíbles seres llenos de amor y lecciones para la vida. Una gran deuda del mundo de la educación y de las leyes que deben brindar protección a las familias y a las personas que la experimentas, lo que resulta en que exista una deficiencia educativa muy alta en lugar de apoyo, incrementando la dificultad que tienen para discernir entre comportamientos adecuados e inadecuados. Es un viacrucis el que experimentan los padres de hijos con discapacidad buscando apoyos, convirtiéndose casi en limosneros sociales. Pero el mayor reto está en las familias, por la sobreprotección hacia las personas con discapacidad intelectual. No sólo limitan el desarrollo de sus habilidades personales, sino que están coartando su capacidad para ser un individuo independiente y tener libertad. Las familias tienen que entender que la discapacidad no es sinónimo de ser incapaz de llevar una vida normal. Bajo estos factores como inspiración, como un homenaje a cinco hermanos con distrofia muscular y un hijo con síndrome de Down, inició mi búsqueda de respuestas a muchas preguntas que parecían no tenerlas. Se fortaleció mi deseo interior de brindar un espacio virtual y presencial donde más personas encuentren respuestas a sus propias preguntas. También me reta el transformar, desde un liderazgo positivo, la mirada de los profesionistas, de los educadores, de la sociedad en general. Servir de puente de comunicación de información científica, de los avances de las ciencias de la salud y el bienestar, buscando heredar un mundo más justo, más digno, más humano, mucho, pero mucho más consciente. Así nace CoachMe Life and Business, hoy Óscar García CoachMe . Una idea evolucionada o revolucionada, respaldada por investigaciones desde el rigor de las ciencias, motivada por muchas personas y empresas que día a día se suman a este gran proyecto
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